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Las 6 reglas de la Empatía

Zapato¿QUE ES LA EMPATÍA?, Forma parte de las habilidades Inter-personales y realmente es fácil de definir pero quizas algo mas complejo de ejecutar.

Para ser “Empático”, basta con sabernos poner en los zapatos del cliente, es así de simple aunque sería conveniente repasar estas sencillas 6 reglas para ver lo bien que lo estamos haciendo.

La Empatía es una de las cualidades comerciales más valoradas en cualquier persona que esté en relación directa con los clientes.

Existen unas mínimas reglas para lograr ser “Empático” sobre todo cuando el cliente está efectuando una reclamación o rebatiendo nuestros argumentos.

1- Pregúntate a ti mismo, si te gustaría ser tratado así.

¿Cómo te gustaría que te tratasen en una situación similar y si te conformarías con las explicaciones que tu le estas dando? “, salta el mostrador, ponte en sus Zapatos.

2- No uses el libro de la Reglas contra el Cliente.

“Las cosas se hacen así porque son las normas de la empresa”  y aunque sea cierto y tu no tengas atribuciones para saltártelas, no le pegues en la cabeza con ellas al cliente, usa el sentido común y transfórmalo en argumentos creíbles.

3- Interésate por su problema.

Demuestra interés verdadero, deja de hacer otras cosas y escúchale detenidamente. Apunta sus quejas, sus objeciones.

4- Corre la Milla Extra.

Dale al cliente más de lo que esperaba o sea, haz un poco más de lo que estás obligado a hacer. cEon una cuidada atención personal, con tu profesionalidad, tu formación, etc..

5- Sonríe, y mírale a los ojos.

Parece fácil y lo es, pero muchas veces nos olvidamos de hacerlo.

Es fácil hacerlo con los primeros clientes pero a medida que pasa el día, te vas cansando y apagando. Pero recuerda que el cliente no tiene la culpa, debes de ofrecer la misma calidad de atención al primero del día como al último.

6- Y recuerda que él es “El cliente”.

Al final todo tu trabajo tiene como fin satisfacer sus necesidades ¿verdad? y como además es el que paga la nomina..

AGOSTO: las bicicletas son para el verano y las vacaciones son para reflexionar

Sabemos que Agosto no es la mitad del año pero al llegar a este mes tenemos la sensación de dar por finalizada la primera mitad del curso empresarial y debemos preparamos para afrontar la segunda mitad que empezara a partir de Septiembre o sea que nos enfrentamos a la mitad más dura y corta de este año que está próximo a morir, ¡ya solo nos quedarán 4 meses!

Es el momento para hacer Balance del camino recorrido y sobre todo planificar con mucha atención lo que nos espera hasta acabar este 2013.

Un año extraño este 2013, en verdad, como cada uno de los últimos 6 años desde que iniciamos el sendero de la famosa crisis desde aquel lejano 2008.

Extraño, porque aunque no se están cumpliendo las expectativas de crecimiento y recuperación que nos anuncian a bombo y platillo los expertos en macro economía, no podemos negar que las cosas en la empresa están cambiando definitivamente.

Si analizamos las empresas de nuestro entorno podemos distinguir 4 tipos de empresas en la categoría de Pequeñas y medianas empresas:

1.-Las que han llegado: Muchas pequeñas y medianas empresas parece haber llegado el principio de la senda de la recuperación después de haberse reinventado de forma exitosa.

2.-Las que no llegarán: Estás empresas han agotado sus recursos financieros y humanos y se encuentran en la recta final de su trayectoria empresarial a pesar de llevar muchos años en el mercado y haberlo intentado estos últimos años pero sus esfuerzos han resultado infructuosos y deben de retirarse del mercado.

3.-Las que ya están: Nuevas pequeñas y medianas empresas que han nacido en estos últimos 6 años y que no han pasado por los años de vacas gordas. Se han adecuado al mercado y no tienen que aprender a gestionar la crisis, la llevan en su ADN y lo contemplan como un factor más en su gestión.

4.-Las que quieren llegar pero no están aún: Un número muy importante de empresas siguen buscando recolocarse en el nuevo entorno y se encuentran en medio de la batalla haciendo muchas cosas:

  • Adelgazan plantillas
  • Reducen costes
  • Invierten en tecnología
  • Aprenden y re-aprenden

Y sobre el éxito de este numeroso grupo de empresas, pequeñas y medianas, descansa gran parte de la famosa recuperación económica. Agosto es un buen momento para analizar donde está nuestra empresa y donde queremos que esté partir de SEPTIEMBRE.

“Estoy convencido de que lo que separa a los emprendedores exitosos de los no exitosos es pura perseverancia.” Steve Jobs

EMPRENDE+, 1er Foro de Franquicias de Baleares- 21 de Febrero 2013

afbalpequeñoTe esperamos el 21 de Febrero en el Edificio VIP ASIMA del Polígono de Son Castelló en Horario de 09:00 a 14:00 Horas.

Reserva ya tu plaza a través de la web http://www.afbaleares.com, llamando a los siguientes teléfonos:  971 72 52 46  y  971 47 87 34 o al email franquicias@zentrat.es

No te pierdas la única oportunidad que tienes este año 2013 de conocer en profundidad, lo que las Franquicias te ofrecen como modelo de negocio.

AGENDA

09:00 Recepción

09:30 Presentación Autoridades y Patrocinadores

10:15 Michel Oroquieta – Socio Director T4 Franquicias

10:45 Juan Antonio Tormo – Director AF Baleares

11:15 José Aragonés – Socio Director T4 Franquicias

11:45 Coffee Break

12:15 Mario Rubio – Presidente Sif&Co Valencia y Fundador de Saboreaté

12:30 Casos de Éxito  de Franquicias Mallorquinas – Skalop y Yogurazo

12:45 Networking Activo

14:00 Clausura
logosageVIP
JakaiLogo AudioTC

 

 

 

GE


 

 

 

 

Riesgos de la Franquicia


Photo credit: taliesin from morguefile.com

Algunos son evidentes y otros no tanto. El acertar con el sector, con la marca, el local, o el personal, son riesgos que tendremos que afrontar cuando tomemos la decisión de emprender en Franquicia.

Otros riesgos que entiendo que son muy importantes son, el conocimiento empresarial del emprendedor, empresario que decide arriesgar en este tipo de negocio. EL hecho de estar al amparo de una franquicia, no nos quita ni un ápice de nuestra condición de empresario.

Las obligaciones innatas de supervisión del día a día, de conocimiento del negocio, del producto que se comercializa, y del potencial consumidor.

Si eres un inversor o quieres diversificar, también va a ser tu responsabilidad rodearte de un equipo que haga andar tu negocio, en ese caso tendrás que saber delegar y aguantar los momentos malos sin tomar siempre medidas drásticas. Todos sabemos que los cambios de entrenadores no libran a los equipos de ir a segunda o tercera división.

Con esta reflexión, quiero dejar claro que abrir una empresa bajo cualquier paraguas o de modo propio, requiere hoy más que nunca PROFESIONALIDAD, en todos sus sentidos, pero basada en la experiencia, no en la conveniencia.

La Ley del Fracaso

Admitir un error y no hacer nada es una pésima solución para nuestros problemas. Debemos reconocer el fracaso a tiempo para reducir su impacto.

Son múltiples los ejemplos de empresas que si hubiesen detectado y reconocido sus errores antes, habrían evitado grandes pérdidas.

Comentan que los japoneses saben admitir a tiempo sus errores y saben además efectuar los cambios necesarios. Su estilo de gestión se basa en el  consenso y no en los egos personales.

Es evidente que cuando muchas personas participan en una toma de decisión y nos equivocamos, resulta más fácil vivir con él estigma “nos equivocamos” frente al durísimo “me equivoqué”.

Releyendo uno de los casos de éxito empresarial de mayor éxito “Wall Mart”, el gigante estadounidense de la distribución minorista, debemos fijarnos en su estrategia que permite afrontar y superar el fracaso.

Sam Walton su fundador, sabe que nadie puede acertar a la primera y por eso mantiene que si alguien aprende algo y prueba algo, se le dará crédito para seguir probando pero cuidado con el que cometa dos veces el mismo error, el crédito no es indefinido.

Debemos alentar a las personas que toman riesgos, solo ellas harán avanzar a la empresa en la dirección correcta, pero por desgracia es frecuente encontrarnos frente a estos 2 tipos de gestores en las empresas:

Ejecutivos antiguos:

Ganan un buen sueldo, tienen mucha antigüedad y no les falta demasiado para jubilarse, por lo tanto es poco probable que tomen decisiones arriesgadas.

Ejecutivos jóvenes:

Están iniciando y progresando en su carrera. Si no arriesgan demasiado, es posible que puedan desarrollar su plan personal con éxito y además nunca han despedido a nadie por hacer un movimiento arriesgado que nunca hizo.

En definitiva, para gestionar correctamente una empresa que se enfrenta al fracaso, es necesario trabajar en equipo, tener espíritu de grupo y un líder con mucha visión y generosidad.

Aprende a Des-aprender !Ya¡

Hemos dedicado más de un tercio de nuestra vida a aprender lo que actualmente sabemos y algunos, aún mucho más tiempo que eso pero por desgracia, actualmente esto ya no basta.

Cierto que hemos aprendido muchas cosas en el pasado pero la mayoría ya están muertas. Es tan fuerte el cambio constante al que estamos sometidos que solo nos queda la posibilidad de Evolucionar y adaptarnos a los nuevos retos.

Debemos encontrar un nuevo modelo y para lograrlo, debemos Des-aprender

Porque todo lo que sabemos forma parte de nosotros de manera inconsciente y se ha transformado en un hábito pero ahora debemos renovarnos.

Pero no es nada fácil, ¿cómo podemos modificar un hábito adquirido?.

Os invito a hacer un pequeño ejercicio sin moveros de vuestro sitio para comprobar lo difícil que puede resultar cambiar un hábito adquirido:

“Intentar cruzar los brazos, primero en el sentido natural, como siempre lo hacemos y después en el sentido opuesto”, ¿qué tal?, complicado si no nos paramos a pensar en ello, ¿verdad?.

No puedes pasar directamente de un hábito a otro de forma inconsciente, hay una parte del cerebro que se niega.

Para modificar un hábito, debe Des-aprenderlo desde el conocimiento  y desde la incomodidad.

Es un proceso laborioso pero es la única manera de desarrollarte y mejorar.

Y lo más importante, es que cada vez que aparezcan cosas nuevas, deberás Des-aprender para comprender y aceptar las nuevas realidades.

La buena noticia, es que el ser humano está capacitado para aprender y des-aprender tantas veces como sea necesario.

COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE II

Siguiendo con el tema sobre la gestión de quejas, en este segundo Post vamos a analizar como comportarnos y sobre todo, que hacer después de haber resuelto una Queja.

PARTE II

Hay, sin embargo situaciones “anómalas” ante las que también deberemos estar en guardia. En ocasiones el motivo de la reclamación se debe a que los usuarios (uno o varios) han hecho mal uso del servicio.

La protesta se centra en el servicio pero se pasa por encima el mal uso del que ha sido objeto.

Si en esta circunstancia nos defendemos de manera que nuestro planteamiento se entienda como un ataque a un acompañante o representado del cliente, todo el grupo se mostrará solidario arreciando las críticas.

Estas situaciones no serán normales, pero deberemos estar capacitados si se plantean y consecuentemente transigir no siempre será la solución. Ante estas situaciones deberemos:

1. Mostrarnos sorprendidos.

Al cliente no le sirve de nada saber que él hace el número uno (o cincuenta) de esa reclamación, o que el defecto se debe a X.

Lo que siente es que le ha ocurrido a él y lo que quiere es que se lo resuelvan.

El profesional deberá demostrarse sorprendido y animar al cliente a que mencione todos los detalles posibles.

Examine detenidamente el problema y no se apresure a manifestar su diagnóstico.

2. Permitir desahogarse al cliente.

Deje que el cliente le cuente su problema a su manera, sin interrupciones. Y, sobre todo escúchele.

Debe ser consciente de que se le está atendiendo.

Una vez que ha exteriorizado su problema, frustración o enfado, según los casos, y usted tiene una idea global de lo que ocurre, proceda en segundo término a pedirle que se lo repita, o repetirlo usted con sus propias palabras para esta vez tomar las notas pertinentes, con objeto de “poner en marcha de inmediato las acciones oportunas”.

 Podrá comprobar cómo la segunda vez el cliente se muestra más tranquilo en el caso de que estuviese alterado, y en cualquier caso le proporciona más detalles.

3. Analizar el caso.

Tras haber dejado que el cliente nos cuente el problema, trataremos de analizar el caso conjuntamente con él.

Evitar que se repita el problema es la razón que justifica proponer ese análisis conjunto.

Lo importante es que el cliente se sienta no sólo escuchado y atendido sino además coprotagonista de la solución.

De esta manera, además de sentirse valorado, nos podrá proporcionar información valiosa acerca de las soluciones que él estima convenientes y por ello de cuáles son los aspectos en la calidad y en el trato al cliente que más valora.

Si el análisis del caso discurre por esta vía, nos habrá proporcionado además, una valiosa ayuda al informarnos de aspectos intangibles del servicio, que nuestros clientes valoran.

4. No se pierda en aclaraciones.

En el caso de que la reclamación se haya originado por una mala utilización del servicio, es conveniente aclararlo por el bien de ambas partes.

Sin embargo en todos los demás casos, se deberían dar las menos explicaciones posibles.

Tenga presente que toda aclaración dada como disculpa o justificación es una “verdad superflua” que, sin pretenderlo, deja en claro un punto débil de la empresa y una persona indignada tiende a buscar culpables antes que soluciones.

UNA VEZ RESUELTA LA RECLAMACIÓN

La última etapa es agradecer al cliente el paso que ha dado.

Bien sea por su comprensión ante nuestros errores o bien por la información que nos ha dado, es muy importante dar las gracias.

El cliente necesita la seguridad de que su reclamación será atendida, para lo que será bueno que nos comprometamos personalmente (naturalmente sólo si sabemos que no quedaremos atrapados en el compromiso).

Una vez superado este paso y solucionada la causa de la reclamación, es oportuno insistir, aunque ya se ha apuntado antes, en la conveniencia de contactar con el cliente para cerciorarnos de lo correcto de la solución aportada, así como su satisfacción respecto de ello: seguimiento de la queja.

Si se hace así habremos convertido algo ingrato de por sí, como es una reclamación, en algo positivo para la empresa y para nuestra relación profesional en general.

Dicho de otra manera, cada reclamación permite iniciar una acción que conduzca a satisfacer con plenitud al cliente que la ha formulado. Es también un medio para alcanzar otro de nuestros objetivos más importantes: la referencia activa.

En definitiva, la reclamación es una excelente oportunidad para la mejora de nuestro servicio y el modo en que lo presentamos. Así de manera indirecta las reclamaciones nos ayudan a realizar mejor el trabajo.

Por esta razón debemos evitar una percepción negativa de la reclamación en sí. Nuestros clientes podrán comportarse de un modo desagradable o poco considerado hacia nosotros, e incluso es posible (en ocasiones muy posible) que la queja formulada no tenga razón de ser. Pero si a la hora de afrontarlas lo que tenemos en mente es ese aspecto negativo, terminaremos comportándonos de un modo ineficaz.

SILA RECLAMACIÓN NO SERESUELVE

No siempre las objeciones del cliente tienen solución, porque, a veces, la razón, que como principio de servicio al cliente siempre está de su parte, se inclina esta vez a nuestro favor, y cederla significa un perjuicio injustificado para nosotros.

El cliente sabe tan bien como nosotros la consigna de que “el cliente siempre tiene razón” .

Algunos cogen el toro por los cuernos y se aprovechan de este punto de partida para obtener beneficios “extra” sobre su comportamiento.

Así, se puede dar el caso de que el cliente reclame por el deterioro o mal estado de algo que en principio se hace bien y cuya calidad está comprobada.

La reclamación, sobre estas premisas, no se puede resolver, pero la manera de tratar el conflicto diferenciará la calidad de servicio, incluso en casos extremos y sin salida.

Por eso no se deben olvidar ciertos consejos para este último caso:

– Ante la imposibilidad de satisfacer las exigencias del cliente, mostrar la importancia que la persona y la situación representa para nosotros, pidiendo excusas por la situación creada y planteando el propósito de evitar que vuelva a surgir.

– Expresar, de todos modos, las medidas a tomar para no volver a incurrir en el mismo problema.

– Insistir, como conclusión y sin ningún tipo de agresividad (sea cual sea la actitud del cliente) que no podemos hacer nada más por él y que nuestra postura es firme.

En todo caso, siempre hay que evitar

– Las reacciones de huida, liberarse de responsabilidades, echando balones fuera.

Reacciones culpabilizantes, atacar responsabilizando únicamente al cliente del error.

Reacciones condescendientes, hacer pasar al cliente como incapaz para entender el problema.

“Un tono de voz adecuado, una palabra amable, una disculpa y una actitud transparente y honesta pueden convertir al conflicto en comunicación, sea cual sea el resultado final”.

 

COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE I

Cuando entramos  en contacto con un cliente y si le escuchamos con atención y solucionamos de forma positiva los problemas que plantea, tendremos un cliente leal.

En caso contrario, este cliente buscará otro proveedor que le cumpla y satisfaga sus requerimientos.

Recordemos que ninguna organización puede perder un cliente: todos, absolutamente todos, son importantes.

Si cuando un avión sufre un retraso, el viajero perjudicado no recibe una explicación apropiada, el viajero tiene dos opciones:

•  Quejarse por escrito, reflejando su frustración, aunque sepa que no recibirá ninguna respuesta. 

•  Puede optar por no quejarse, pero cambiar de aerolínea.

Por fortuna ahora existe tanta competencia que el cliente puede con un mínimo esfuerzo cambiar de proveedor de servicios, sin molestarse en poner una queja en el anterior porque sabe que no le contestarán y que no le harán el más mínimo caso.

Conseguir clientes, en estos días, cualquiera que sea su negocio, muy difícil.  Por tanto, se deben buscar todos los mecanismos posibles para conseguir que permanezca con nosotros para siempre.

Cuando un cliente se siente bien atendido y experimenta pequeñas o grandes molestias con nuestros productos o servicios, no vacilará en hacérnoslo saber.

Él espera que le demos una respuesta y resolvamos la situación en forma rápida y oportuna.

A veces es posible que no tenga razón pero eso es lo de menos; nos brinda la oportunidad de enfatizar en las bondades de nuestro buen servicio y de paso podemos identificar nuevas oportunidades de negocios.

Antes de dar una mala respuesta o pretender ignorar la queja, pregúntese cuánto dinero le reporta este cliente en un año.

Una advertencia: no intente rebatir al cliente con razones poco claras.

Su cliente se queja en forma legítima y debe ser atendido: Los competidores estarán deseosos de trabajar con ellos y brindarles todos los productos y servicios que usted está desdeñando.

•  El primer paso Es importante que se fije la política de mejora de la atención a los clientes desde la cúpula de la organización.

•  El segundo paso será la elaboración de un Procedimiento para la atención de quejas.

•  El tercer paso es entrenar a todo el personal de la empresa en la atención de quejas.  El manual estará a disposición de todos y se impartirá formación para aprender esta técnica.

El cliente debe percibir nuestro deseo sincero de atender en forma profesional todas las quejas y sugerencias.

•  El cuarto paso –  Se debe revisar constantemente el Procedimiento para la atención de quejas: esta es una solución importante para el crecimiento de la organización.

Las quejas y las reclamaciones de los clientes son hechos normales que no suponen por su parte, en general, animadversión o enemistad manifiesta, que no se dirige ni contra la empresa ni contra las personas que las reciben.

Por tanto, deben tratarse como hechos normales y, sea cual sea la actitud y modales con que nuestros clientes presenten su reclamación, nosotros debemos mantener siempre nuestro justo equilibrio.

Una queja es una objeción que se materializa después de consumido el servicio. Por este motivo, adquiere especial relevancia, dado que aspectos como la imagen, la credibilidad y profesionalidad puede quedar en entredicho.

Por ese motivo, toda reclamación mal resuelta puede resultar perjudicial y de graves consecuencias.

Además el cliente verá en el personal que le atiende al embajador e interlocutor de la empresa proveedora. Desde este punto de vista, la labor del personal de contacto, abarca tres fases:

1. Función de parachoques. Al ser el primero al que el cliente se dirige, tiene que amortiguar el conflicto.

2. Función de apuntador. Tiene que asesorar a los que resolverán la reclamación si no son ellos mismos.

3. Función de control. Una vez resuelta la reclamación debe controlar si el caso se ha solucionado y cómo, así como el grado de satisfacción del cliente.

Tendremos en todo momento presente que desde el punto de vista del profesional, la reclamación es un incidente desagradable con el que hay que contar (no podemos permitir que nos pille desprevenidos y no ser capaces de reaccionar adecuadamente) y ante el que habrá que proceder de la mejor manera posible para convertirla en algo positivo.

En el supuesto de que se trate de una verdadera reclamación, nos podemos encontrar con respecto al cliente, en una situación de conflicto. Esta circunstancia, en función del contexto y de qué tratamiento se aplique, puede generar tensión. Y si esa tensión no se controla adecuadamente evitando caer en una espiral de violencia, los ánimos pueden encresparse hasta niveles preocupantes.

– Se deja de pensar con lógica.

– El cliente tiende a generalizar.

– Un cliente ocasional que hace una reclamación puede tender a exagerar y a perder el sentido de la proporción.

Nuestra tarea entonces será la de recuperar la objetividad y no permitir la escalada del conflicto. Recuerde: “Cuando tenga que discutir con alguien que no razone, asegúrese de que usted no está haciendo lo mismo”. 

Proximo Post : COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE II.

¡Cambia!, Llegan Nuevos Perfiles Profesionales

CUSTOMER EXPERIENCE MANAGEMENT

Este “nuevo concepto” o definición de funciones dentro de una empresa, obedece al nuevo target de la persona que se va a encargar de dirigir y gestionar la Experiencia del Cliente en todos sus momentos de la verdad dentro de la relación con la marca.

Nuestros nuevos consumidores esperan algo más que cubrir sus necesidades, valoran superar sus expectativas con cada experiencia de compra. Los grandes grupos de distribución lo saben, y van a destinar recursos para ello. Lo que quieren en definitiva es desarrollar una nueva filosofía en la gestión de sus marcas que ayude al cliente a diferenciar claramente las experiencias que cada una les puede aportar.

Por lo cual, el puesto en cuestión del CUSTOMER EXPERIENCE MANAGEMENT, tendrá como elementos de trabajo, manejar las herramientas y metodologías para crear, dar seguimiento y monotorizar esta práctica dentro de la organización. Conocer casos de estudio en ámbitos diversos, siendo capaces de valorar las claves del éxito en cada uno de ellos. Entender la vinculación entre la complejidad de los procesos físicos y perceptivos de los consumidores, y sobre todo, valorar de primera mano la aplicable esta filosofía en términos reales de empresa.

Como vemos la orientación de una empresa hacia sus consumidores, cada día es más compleja debida a la competividad existente, y al grado de exigencia, del propio consumidor.

Hagamos pues un examen de conciencia, y veamos en qué punto están nuestras empresas respecto a esta filosofía, y si necesitamos ayuda externa, en caso de que no tengamos el nivel suficiente de conocimientos específicos o tiempo para desarrollarlos.

En el mercado ya hay muchas empresas que están en ello.

 

5 claves para lograr la Excelencia Comercial

ComercialDebemos fijarnos como objetivo alcanzar la excelencia Comercial, aprendiendo y practicando  las características sobre las que tenemos control total.

El tener una Excelente Actitud comercial me facilitará el contacto con mis clientes y hará más fácil lograr ventajosos acuerdos.

Podemos trabajar 5 características:

LA PRIMERA IMPRESIÓN

Es la característica sobre la que nos puntúan más alto o más bajo en nuestro primer encuentro. Los primeros minutos son cruciales para lograr la venta o perderla.
Cosas tan obvias como cuidar la vestimenta y la apariencia física ayudaran a formar esa primera impresión y también debemos cuidar el lenguaje corporal al adoptar según que posturas así como usar la sonrisa ampliamente y mimar la puntualidad.

Todos estos elementos se combinan para formar una buena o mala primera impresión

LOS PROFUNDAD DE LOS CONOCIMIENTOS

Haga un esfuerzo y aprenda todo lo que pueda sobre su negocio, su empresa, sus competidores, sus productos, sus servicios. Y no solo sus productos y servicios, también en los que pueda estar implicado.

Estudie las tendencias, lea la prensa especializada, revise estadísticas y aproveche cualquier programa de formación que esté a su alcance.

Y además no olvíde estudiarse usted mismo, conózcase, estudie su comportamiento, sus gestos, su sonrisa, sus hábitos.

EL ENTUSIASMO

Cualquiera que sea su posición en la empresa, deberá generar entusiasmo. La Falta de él un solo día puede generar enormes pérdidas entre nuestros clientes.

Todos podemos tener un mal día pero deberemos esforzarnos para incrementarlo lo suficiente para salir airosos.

Si la falta de entusiasmo es una excepción, no es importante pero si se reproduce de manera continua, deberemos revisar nuestro trabajo, nuestra vida personal y nuestra salud.

LA CREATIVIDAD

Esta cualidad no es solo una habilidad con la que podemos nacer, sino que se aprende y se adquiere. La Creatividad es la habilidad de coger muchas ideas y conectar repetidamente estas ideas para desarrollar otras nuevas.

Y si queremos ser Creativos, deberemos ser sobre todo curiosos. No debemos criticar a los demás cada vez que intenten algo creativo porque corremos el riesgo de que dejen de hacerlo.

Y finalmente, debemos ser Atrevidos para poner en marcha las ideas que generamos.

LA ÉTICA

La ética es poner a la Honestidad en acción. La ética no espera respuesta, vivir éticamente es la propia recompensa.

Siendo honestos y morales en nuestro trabajo, nos ganaremos la confianza y el respeto de los demás.