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El arte de preguntar

El Diccionario de la Real Academia define así preguntar:
(Del lat. percontāri).
1. tr. Interrogar o hacer preguntas a alguien para que diga y responda lo que sabe sobre un asunto.
2. tr. Exponer en forma de interrogación un asunto, bien para indicar duda o bien para vigorizar la expresión

El método de preguntar de propósito general más eficaz  se basa en 7 preguntas llamado W5H2 o fórmula del pensamiento. Éstas son las preguntas del W5H2

• What (qué)
• Who (quién)
• Why (por qué)
• When (cuándo)
• Where (dónde)
• How (cómo)
• How much (cuánto)

Tipos de preguntas

ABIERTAS

Las preguntas abiertas no pueden responderse con un “sí” o un “no”.

Su fuerza estriba en que solicitan información sobre emociones y pensamientos.

Las preguntas abiertas se utilizan para obtener información.

Se diseñan para averiguar lo que hay en la mente del cliente potencial mientras se van produciendo las propias ideas.

Esta clase de preguntas se apoyan en el qué y quién, en el cómo, el cuándo, el dónde y el por qué.

Preguntas de exploración:

–        ¿Ha pensado o explorado….?

–        ¿Ayudaría esa fuente….?

Preguntas afectivas:

–        ¿Qué piensas sobre dejar este trabajo?

–        ¿Cómo te sientes respecto a esta idea?

 Preguntas para la reflexión:

–        Dices que tienes problemas con tu jefe. ¿Qué crees que causa estas dificultades?

Preguntas desafiantes:

–        Puedes describir, elaborar, explicar, expandir… en mayor profundidad este tema, o por qué ocurre esto?

Preguntas espontáneas:

–        ¿Por qué tiene que ser así?

–        ¿Qué es lo que siempre haces?

–        ¿Ya has probado con esto otro?

Preguntas que generan conexiones:

 –        ¿Cuáles son las consecuencias de esto?

Preguntas analíticas:

 –        ¿Por qué crees que pasó esto?

–        Preguntas para clarificar:

–        ¿Qué es lo que específicamente quieres decir con esto?

–        ¿Cómo quieres exactamente que eso sea hecho?

–        ¿Puedes explicar algo más sobre esa situación?

CERRADAS

Las preguntas cerradas requieren un “sí”, un “no” o un simple dato por respuesta:

Ejemplo:

 “El almacén, ¿es de alquiler o en propiedad?.

Las preguntas cerradas son útiles para estrechar el círculo de opciones con rapidez.

Esto puede ser bueno o malo pero cuidado a su uso porque cuando se hace una pregunta que requiere de un sí o un no, puede que se esté confiando en que la respuesta sea afirmativa.

Si por casualidad el cliente potencial dice “no”, la propia respuesta podría dar por zanjada la entrevista.

Sin embargo, si necesita saber si el cliente está decidido a comprar o no, entonces deberá utilizar una pregunta cerrada.
P: “¿Entiende lo que le quiero decir?”.

R: “No”. (Con lo que el vendedor ha de volver a la carga)

P: “¿Le gustaría comprar este producto?”.

R: “No”. (Venta perdida).

Antes de intentar cerrar la venta definitivamente pudiera ser aconsejable probar con una pregunta cerrada.

Ésta te puede confirmar si el cliente potencial está preparado para comprar. (ten en cuenta que un “no” puede a veces significar “sí” a la venta).
Las preguntas cerradas pueden resultar peligrosas, pero no trates de evitarlas por completo. Apenas las uses, o hazlo cuando creas que el cliente está a punto de tomar una decisión

REFLEXIVAS

  • Requieren de una consideración previa y su posterior conversión en otra pregunta. La pregunta reflexiva da al cliente potencial la oportunidad de volver a pensar, de reconsiderar o de volver a manifestar los pensamientos e ideas que le han  llevado a dar la respuesta anterior. Le ayuda a determinar las objeciones reales al tiempo que estimula en el cliente reacciones favorables.Algunas de estas preguntas son:¿Entonces piensa que su situación es…?

    ¿cree usted que este método le ayudaría a…?

    ¿Ya probó algo parecido, y le parece que…?

    ¿Hasta ahora su experiencia ha demostrado…?

Si le he entendido bien ¿Quiere decir que…?

Las preguntas reflexivas ayudan a aclarar y definir áreas de preocupación de las que tu cliente potencial puede no ser consciente o que no ha sido capaz de expresar. Cuando utilices dichas preguntas mantén un tono de interés en tu voz y evita cualquier otro tono que pudiera delatar un juicio.

Mentiras Pequeñas, Grandes y Estadisticas


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En este Mundo tan globalizado, surgen cada día más encuestas, opiniones, estadísticas,

en resumen información, que intentamos analizar para sacar conclusiones para nuestros
negocios.

El estar desconectado o no hacer caso de lo que pasa en el exterior, no es buena idea. AL igual
que el exceso de información, no seleccionada adecuadamente también nos puede llevar a
dudar en exceso de toma de decisiones que no pueden esperar en muchos casos.

Es en definitiva aprender a ser un empresario, y convivir con el Mundo exterior, porque el
desconocimiento de los nuevos procedimientos o nuevas tendencias, puede dar al traste con
nuestras expectativas.

Es un trabajo arduo, conozco a muchos profesionales, que dedican un mínimo de dos horas
diarias, a repasar toda la información de su sector en los digitales y redes sociales, ( me
incluyo yo mismo) antes de empezar sus tareas propias del cargo. Pero no sólo hay que
escudriñar dentro de la información puramente sectorial, hay que tener una visión más amplia,
periférica si cabe. El Mundo económico y social, tiene muchas variables que pueden acabar
influenciando nuestros diversos sectores.

De cómo manejo la información y la adecuo, para mejorar mi efectividad profesional, no
hay manuales, ni gurús concretos que nos marquen el camino sin fallo alguno, pienso que la
experiencia con el mejor de los sentidos “EL SENTIDO COMÚN”, puede ser una buena opción a
la hora de tomar decisiones.

Intentar dar dogmas de fe, en el mundo empresarial, se lo dejo a otros. Pienso que fallar a
veces tan poco es tan malo si uno aprende, desconfío por naturaleza, del blanco o el negro,
y por cierto las Estadísticas, no son malas pero pueden ser caprichosas, según el momento y
metodología empleados. Aunque reconozco que son necesarias, como elementos de trabajo.

¿Cómo se Motiva a un consumidor?


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O dicho de otra manera, hace falta motivación para consumir, o sólo hace falta necesidad.

Creo que en estos momentos hace falta ir hacia el consumidor, porque la necesidad, la puede suplir con sucedáneos. Una vez detectada la necesidad de atraer a nuestros clientes, empezaremos a dar vueltas, a la fórmula más adecuada: solapada, agresiva, metódica, expansiva, centrada, divulgación, patrocinio, etc.

“NO SOY TONTO”, que fabulosa campaña de marketing, centrada en un mensaje directo, agresivo, y sin cortapisas. Pero, todos sabemos que hay que elegir el momento adecuado, y cada empresa, necesita un marketing a medida, copiar no suele ser buena elección.

Quizás copiar y mejorar sí, pero investigando otros mercados, nacionales e internacionales. ¿Cuánto tiempo le dedicamos a viajar? ¿Hace cuánto tiempo no hemos ido a una feria?

Hacer marketing “de salón” , con sólo la ayuda del ordenador, puede ser complicado y poco realista, la visión insitu de otros modelos de negocios, difícilmente la podemos reconocer en una pantalla, hay que vivirla, sentirla, estar dentro del establecimiento en dónde hemos visto o detectado algo que no está en nuestro país, ver el comportamiento del personal, de los usuarios.

Si no disponemos de medios o tiempo para hacer este trabajo de campo, quizás tengamos que asesorarnos, PERO, NO CON PROFESIONALES DE SALÓN, que parece ese viaje no hace falta alforjas, sino por profesionales con EXPERIENCIA CONTRASTADA, con vivencias propias en otros mercados y situaciones.

Cómo muchas vez termino, la decisión es suya, pero quizás el éxito de su empresa dependa de esa decisión, ¿QUÉ PLAN DE MARKETING ELIJO? Y ¿EN QUE ME BASO PARA TOMAR ESA DECISIÓN?

La Ley del Fracaso

Admitir un error y no hacer nada es una pésima solución para nuestros problemas. Debemos reconocer el fracaso a tiempo para reducir su impacto.

Son múltiples los ejemplos de empresas que si hubiesen detectado y reconocido sus errores antes, habrían evitado grandes pérdidas.

Comentan que los japoneses saben admitir a tiempo sus errores y saben además efectuar los cambios necesarios. Su estilo de gestión se basa en el  consenso y no en los egos personales.

Es evidente que cuando muchas personas participan en una toma de decisión y nos equivocamos, resulta más fácil vivir con él estigma “nos equivocamos” frente al durísimo “me equivoqué”.

Releyendo uno de los casos de éxito empresarial de mayor éxito “Wall Mart”, el gigante estadounidense de la distribución minorista, debemos fijarnos en su estrategia que permite afrontar y superar el fracaso.

Sam Walton su fundador, sabe que nadie puede acertar a la primera y por eso mantiene que si alguien aprende algo y prueba algo, se le dará crédito para seguir probando pero cuidado con el que cometa dos veces el mismo error, el crédito no es indefinido.

Debemos alentar a las personas que toman riesgos, solo ellas harán avanzar a la empresa en la dirección correcta, pero por desgracia es frecuente encontrarnos frente a estos 2 tipos de gestores en las empresas:

Ejecutivos antiguos:

Ganan un buen sueldo, tienen mucha antigüedad y no les falta demasiado para jubilarse, por lo tanto es poco probable que tomen decisiones arriesgadas.

Ejecutivos jóvenes:

Están iniciando y progresando en su carrera. Si no arriesgan demasiado, es posible que puedan desarrollar su plan personal con éxito y además nunca han despedido a nadie por hacer un movimiento arriesgado que nunca hizo.

En definitiva, para gestionar correctamente una empresa que se enfrenta al fracaso, es necesario trabajar en equipo, tener espíritu de grupo y un líder con mucha visión y generosidad.

¿Como vender si soy el más caro?

Si tu producto/Servicio no se está vendiendo, no tengas como única opción bajar los precios.

Ten en cuenta que bajar los precios es una locura si la competencia también los puede bajar.

¿Recuerda el turrón más caro del mundo?.

El precio alto de un producto transmite que el producto vale mucho y puede llegar a convertirse en una de las ventajas inherentes del producto.

Claro que es posible que en algunos casos estés realmente por encima del precio de mercado pero en la mayoría de los casos, se debe a que tu producto/Servicio no está lo suficientemente bien valorado a ojos de tus potenciales clientes.

“Agregue valor, jamás baje precio”. Todas las cosas son caras hasta que les añadimos valor. Un buen vendedor siempre añade valor a su producto, uno malo baja el precio”.

Ofrece valor añadido:

Antes de bajar precios, opta por ofrecer más valor a tu producto actual, ofrece servicios extra, extensiones de garantía o bonos extra por consumo.

“Vendo un manual barato y ofrezco un curso avanzado sobre la misma temática con un alto precio”.

El precio final del producto debe estar asociado al Valor Percibido Promedio del Producto

 

Combina productos de diferentes precios:

Organiza tu cartera con un mix de productos de distintos precios (Bajo-Medio-Alto) y ponlos todos juntos.

La venta de un producto de bajo coste arrastra la venta de un servicio de alto valor:

 

Emplea el precio del prestigio

La sensación que tenemos ante un objeto similar a otro pero que cuesta más es que su calidad es mayor.

Muchas veces no tiene por qué ser así, pero con elementos tan sencillos como mejorar el aspecto de nuestro producto, su packaging o el servicio de soporte, podemos justificar un incremento de precio, basándonos en una estrategia de “el precio del prestigio”.

Ofrece Financiación

Ofrece financiar sus compras. Una vez más, no es tanto una cuestión de índole económica (que también lo es) como psicológica.

Muchos clientes perciben que pagar 30 euros al mes durante 12 meses es menos que pagar del golpe 360 euros. Saben que están pagando lo mismo, saben que podrían pagarlo todo de una vez, pero no lo perciben así, ya que psicológicamente se sienten mucho más cómodos con pequeñas cantidades.

Se el primero,  sólo lo puede ser uno. ¿Vas a ser Tu?

“Cualquier idiota puede hacerte una buena oferta pero hace falta tener ingenio, fe y perseverancia para crear una marca”, como dijo Ogilvy, el rey de la publicidad.

COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE II

Siguiendo con el tema sobre la gestión de quejas, en este segundo Post vamos a analizar como comportarnos y sobre todo, que hacer después de haber resuelto una Queja.

PARTE II

Hay, sin embargo situaciones “anómalas” ante las que también deberemos estar en guardia. En ocasiones el motivo de la reclamación se debe a que los usuarios (uno o varios) han hecho mal uso del servicio.

La protesta se centra en el servicio pero se pasa por encima el mal uso del que ha sido objeto.

Si en esta circunstancia nos defendemos de manera que nuestro planteamiento se entienda como un ataque a un acompañante o representado del cliente, todo el grupo se mostrará solidario arreciando las críticas.

Estas situaciones no serán normales, pero deberemos estar capacitados si se plantean y consecuentemente transigir no siempre será la solución. Ante estas situaciones deberemos:

1. Mostrarnos sorprendidos.

Al cliente no le sirve de nada saber que él hace el número uno (o cincuenta) de esa reclamación, o que el defecto se debe a X.

Lo que siente es que le ha ocurrido a él y lo que quiere es que se lo resuelvan.

El profesional deberá demostrarse sorprendido y animar al cliente a que mencione todos los detalles posibles.

Examine detenidamente el problema y no se apresure a manifestar su diagnóstico.

2. Permitir desahogarse al cliente.

Deje que el cliente le cuente su problema a su manera, sin interrupciones. Y, sobre todo escúchele.

Debe ser consciente de que se le está atendiendo.

Una vez que ha exteriorizado su problema, frustración o enfado, según los casos, y usted tiene una idea global de lo que ocurre, proceda en segundo término a pedirle que se lo repita, o repetirlo usted con sus propias palabras para esta vez tomar las notas pertinentes, con objeto de “poner en marcha de inmediato las acciones oportunas”.

 Podrá comprobar cómo la segunda vez el cliente se muestra más tranquilo en el caso de que estuviese alterado, y en cualquier caso le proporciona más detalles.

3. Analizar el caso.

Tras haber dejado que el cliente nos cuente el problema, trataremos de analizar el caso conjuntamente con él.

Evitar que se repita el problema es la razón que justifica proponer ese análisis conjunto.

Lo importante es que el cliente se sienta no sólo escuchado y atendido sino además coprotagonista de la solución.

De esta manera, además de sentirse valorado, nos podrá proporcionar información valiosa acerca de las soluciones que él estima convenientes y por ello de cuáles son los aspectos en la calidad y en el trato al cliente que más valora.

Si el análisis del caso discurre por esta vía, nos habrá proporcionado además, una valiosa ayuda al informarnos de aspectos intangibles del servicio, que nuestros clientes valoran.

4. No se pierda en aclaraciones.

En el caso de que la reclamación se haya originado por una mala utilización del servicio, es conveniente aclararlo por el bien de ambas partes.

Sin embargo en todos los demás casos, se deberían dar las menos explicaciones posibles.

Tenga presente que toda aclaración dada como disculpa o justificación es una “verdad superflua” que, sin pretenderlo, deja en claro un punto débil de la empresa y una persona indignada tiende a buscar culpables antes que soluciones.

UNA VEZ RESUELTA LA RECLAMACIÓN

La última etapa es agradecer al cliente el paso que ha dado.

Bien sea por su comprensión ante nuestros errores o bien por la información que nos ha dado, es muy importante dar las gracias.

El cliente necesita la seguridad de que su reclamación será atendida, para lo que será bueno que nos comprometamos personalmente (naturalmente sólo si sabemos que no quedaremos atrapados en el compromiso).

Una vez superado este paso y solucionada la causa de la reclamación, es oportuno insistir, aunque ya se ha apuntado antes, en la conveniencia de contactar con el cliente para cerciorarnos de lo correcto de la solución aportada, así como su satisfacción respecto de ello: seguimiento de la queja.

Si se hace así habremos convertido algo ingrato de por sí, como es una reclamación, en algo positivo para la empresa y para nuestra relación profesional en general.

Dicho de otra manera, cada reclamación permite iniciar una acción que conduzca a satisfacer con plenitud al cliente que la ha formulado. Es también un medio para alcanzar otro de nuestros objetivos más importantes: la referencia activa.

En definitiva, la reclamación es una excelente oportunidad para la mejora de nuestro servicio y el modo en que lo presentamos. Así de manera indirecta las reclamaciones nos ayudan a realizar mejor el trabajo.

Por esta razón debemos evitar una percepción negativa de la reclamación en sí. Nuestros clientes podrán comportarse de un modo desagradable o poco considerado hacia nosotros, e incluso es posible (en ocasiones muy posible) que la queja formulada no tenga razón de ser. Pero si a la hora de afrontarlas lo que tenemos en mente es ese aspecto negativo, terminaremos comportándonos de un modo ineficaz.

SILA RECLAMACIÓN NO SERESUELVE

No siempre las objeciones del cliente tienen solución, porque, a veces, la razón, que como principio de servicio al cliente siempre está de su parte, se inclina esta vez a nuestro favor, y cederla significa un perjuicio injustificado para nosotros.

El cliente sabe tan bien como nosotros la consigna de que “el cliente siempre tiene razón” .

Algunos cogen el toro por los cuernos y se aprovechan de este punto de partida para obtener beneficios “extra” sobre su comportamiento.

Así, se puede dar el caso de que el cliente reclame por el deterioro o mal estado de algo que en principio se hace bien y cuya calidad está comprobada.

La reclamación, sobre estas premisas, no se puede resolver, pero la manera de tratar el conflicto diferenciará la calidad de servicio, incluso en casos extremos y sin salida.

Por eso no se deben olvidar ciertos consejos para este último caso:

– Ante la imposibilidad de satisfacer las exigencias del cliente, mostrar la importancia que la persona y la situación representa para nosotros, pidiendo excusas por la situación creada y planteando el propósito de evitar que vuelva a surgir.

– Expresar, de todos modos, las medidas a tomar para no volver a incurrir en el mismo problema.

– Insistir, como conclusión y sin ningún tipo de agresividad (sea cual sea la actitud del cliente) que no podemos hacer nada más por él y que nuestra postura es firme.

En todo caso, siempre hay que evitar

– Las reacciones de huida, liberarse de responsabilidades, echando balones fuera.

Reacciones culpabilizantes, atacar responsabilizando únicamente al cliente del error.

Reacciones condescendientes, hacer pasar al cliente como incapaz para entender el problema.

“Un tono de voz adecuado, una palabra amable, una disculpa y una actitud transparente y honesta pueden convertir al conflicto en comunicación, sea cual sea el resultado final”.

 

COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE I

Cuando entramos  en contacto con un cliente y si le escuchamos con atención y solucionamos de forma positiva los problemas que plantea, tendremos un cliente leal.

En caso contrario, este cliente buscará otro proveedor que le cumpla y satisfaga sus requerimientos.

Recordemos que ninguna organización puede perder un cliente: todos, absolutamente todos, son importantes.

Si cuando un avión sufre un retraso, el viajero perjudicado no recibe una explicación apropiada, el viajero tiene dos opciones:

•  Quejarse por escrito, reflejando su frustración, aunque sepa que no recibirá ninguna respuesta. 

•  Puede optar por no quejarse, pero cambiar de aerolínea.

Por fortuna ahora existe tanta competencia que el cliente puede con un mínimo esfuerzo cambiar de proveedor de servicios, sin molestarse en poner una queja en el anterior porque sabe que no le contestarán y que no le harán el más mínimo caso.

Conseguir clientes, en estos días, cualquiera que sea su negocio, muy difícil.  Por tanto, se deben buscar todos los mecanismos posibles para conseguir que permanezca con nosotros para siempre.

Cuando un cliente se siente bien atendido y experimenta pequeñas o grandes molestias con nuestros productos o servicios, no vacilará en hacérnoslo saber.

Él espera que le demos una respuesta y resolvamos la situación en forma rápida y oportuna.

A veces es posible que no tenga razón pero eso es lo de menos; nos brinda la oportunidad de enfatizar en las bondades de nuestro buen servicio y de paso podemos identificar nuevas oportunidades de negocios.

Antes de dar una mala respuesta o pretender ignorar la queja, pregúntese cuánto dinero le reporta este cliente en un año.

Una advertencia: no intente rebatir al cliente con razones poco claras.

Su cliente se queja en forma legítima y debe ser atendido: Los competidores estarán deseosos de trabajar con ellos y brindarles todos los productos y servicios que usted está desdeñando.

•  El primer paso Es importante que se fije la política de mejora de la atención a los clientes desde la cúpula de la organización.

•  El segundo paso será la elaboración de un Procedimiento para la atención de quejas.

•  El tercer paso es entrenar a todo el personal de la empresa en la atención de quejas.  El manual estará a disposición de todos y se impartirá formación para aprender esta técnica.

El cliente debe percibir nuestro deseo sincero de atender en forma profesional todas las quejas y sugerencias.

•  El cuarto paso –  Se debe revisar constantemente el Procedimiento para la atención de quejas: esta es una solución importante para el crecimiento de la organización.

Las quejas y las reclamaciones de los clientes son hechos normales que no suponen por su parte, en general, animadversión o enemistad manifiesta, que no se dirige ni contra la empresa ni contra las personas que las reciben.

Por tanto, deben tratarse como hechos normales y, sea cual sea la actitud y modales con que nuestros clientes presenten su reclamación, nosotros debemos mantener siempre nuestro justo equilibrio.

Una queja es una objeción que se materializa después de consumido el servicio. Por este motivo, adquiere especial relevancia, dado que aspectos como la imagen, la credibilidad y profesionalidad puede quedar en entredicho.

Por ese motivo, toda reclamación mal resuelta puede resultar perjudicial y de graves consecuencias.

Además el cliente verá en el personal que le atiende al embajador e interlocutor de la empresa proveedora. Desde este punto de vista, la labor del personal de contacto, abarca tres fases:

1. Función de parachoques. Al ser el primero al que el cliente se dirige, tiene que amortiguar el conflicto.

2. Función de apuntador. Tiene que asesorar a los que resolverán la reclamación si no son ellos mismos.

3. Función de control. Una vez resuelta la reclamación debe controlar si el caso se ha solucionado y cómo, así como el grado de satisfacción del cliente.

Tendremos en todo momento presente que desde el punto de vista del profesional, la reclamación es un incidente desagradable con el que hay que contar (no podemos permitir que nos pille desprevenidos y no ser capaces de reaccionar adecuadamente) y ante el que habrá que proceder de la mejor manera posible para convertirla en algo positivo.

En el supuesto de que se trate de una verdadera reclamación, nos podemos encontrar con respecto al cliente, en una situación de conflicto. Esta circunstancia, en función del contexto y de qué tratamiento se aplique, puede generar tensión. Y si esa tensión no se controla adecuadamente evitando caer en una espiral de violencia, los ánimos pueden encresparse hasta niveles preocupantes.

– Se deja de pensar con lógica.

– El cliente tiende a generalizar.

– Un cliente ocasional que hace una reclamación puede tender a exagerar y a perder el sentido de la proporción.

Nuestra tarea entonces será la de recuperar la objetividad y no permitir la escalada del conflicto. Recuerde: “Cuando tenga que discutir con alguien que no razone, asegúrese de que usted no está haciendo lo mismo”. 

Proximo Post : COMO GESTIONAR LAS QUEJAS PARTE II.

4 Errores en la Orientación al cliente

OrientacionSi preguntamos a las empresas de nuestro entorno, si están realmente están orientadas al CLIENTE, la respuesta que obtendremos será afirmativa en todos los casos.

Pero si pudiésemos comprobarlo, descubriremos que la mayoría de las empresas aún siguen pegadas a la cultura del producto.

Aún piensan  que tener el mejor producto o servicio, les hará diferentes y  les proporcionara una ventaja competitiva.

Si queremos empezar a cambiar este modelo, debemos de buscar los posibles errores en la gestión de la empresa:

Error nº1:

Los Empleados creen que la responsabilidad de atender a los CLIENTES recae mayormente en el departamento de Ventas y de Marketing.

Error nº2

Falta de Cultura empresarial No existen planes específicos de formación en la atención al CLIENTE para todo el personal, aunque no estén en la primera línea de atención comercial.

Error nº3

Falta de comunicación directa. A los clientes les cuesta ponerse en contacto con cualquiera de los departamentos de nuestra empresa puesto que existen canales de comunicación estructurados para cada tema y nuestra metodología les impide saltárselos. “la norma por encima del cliente”

Error nº4

A menudo se incumplen las promesas que se hacen a los clientes y esto nos lleva al peor de los errores que podemos cometer:

 Incumplir las expectativas que los clientes se han hecho de nuestros servicios.

5 claves para lograr la Excelencia Comercial

ComercialDebemos fijarnos como objetivo alcanzar la excelencia Comercial, aprendiendo y practicando  las características sobre las que tenemos control total.

El tener una Excelente Actitud comercial me facilitará el contacto con mis clientes y hará más fácil lograr ventajosos acuerdos.

Podemos trabajar 5 características:

LA PRIMERA IMPRESIÓN

Es la característica sobre la que nos puntúan más alto o más bajo en nuestro primer encuentro. Los primeros minutos son cruciales para lograr la venta o perderla.
Cosas tan obvias como cuidar la vestimenta y la apariencia física ayudaran a formar esa primera impresión y también debemos cuidar el lenguaje corporal al adoptar según que posturas así como usar la sonrisa ampliamente y mimar la puntualidad.

Todos estos elementos se combinan para formar una buena o mala primera impresión

LOS PROFUNDAD DE LOS CONOCIMIENTOS

Haga un esfuerzo y aprenda todo lo que pueda sobre su negocio, su empresa, sus competidores, sus productos, sus servicios. Y no solo sus productos y servicios, también en los que pueda estar implicado.

Estudie las tendencias, lea la prensa especializada, revise estadísticas y aproveche cualquier programa de formación que esté a su alcance.

Y además no olvíde estudiarse usted mismo, conózcase, estudie su comportamiento, sus gestos, su sonrisa, sus hábitos.

EL ENTUSIASMO

Cualquiera que sea su posición en la empresa, deberá generar entusiasmo. La Falta de él un solo día puede generar enormes pérdidas entre nuestros clientes.

Todos podemos tener un mal día pero deberemos esforzarnos para incrementarlo lo suficiente para salir airosos.

Si la falta de entusiasmo es una excepción, no es importante pero si se reproduce de manera continua, deberemos revisar nuestro trabajo, nuestra vida personal y nuestra salud.

LA CREATIVIDAD

Esta cualidad no es solo una habilidad con la que podemos nacer, sino que se aprende y se adquiere. La Creatividad es la habilidad de coger muchas ideas y conectar repetidamente estas ideas para desarrollar otras nuevas.

Y si queremos ser Creativos, deberemos ser sobre todo curiosos. No debemos criticar a los demás cada vez que intenten algo creativo porque corremos el riesgo de que dejen de hacerlo.

Y finalmente, debemos ser Atrevidos para poner en marcha las ideas que generamos.

LA ÉTICA

La ética es poner a la Honestidad en acción. La ética no espera respuesta, vivir éticamente es la propia recompensa.

Siendo honestos y morales en nuestro trabajo, nos ganaremos la confianza y el respeto de los demás.

4 reglas para fomentar tu creatividad

Creatividad

Aunque para ser creativo no hay reglas, si existen unas pautas que si las seguimos correctamente pueden proporcionarnos nuevas ideas frescas e innovadoras

1º- Generar gran cantidad de ideas es fundamental. Mas es mejor porque uno nunca sabe cuándo va a dar con algo grande

“La mejor manera de tener UNA buena idea es tener montones de ellas”- Linus Pauling – Dos veces Premio Nobel (Química y de la Paz).

2º – No juzgues las ideas cuando te están saliendo por estrafalarias que te parezcan. Todas las ideas son buenas en el momento que surgen puesto que no sabemos dónde nos llevaran.

3º- Escribe todas las ideas que tengas, así podrás retenerlas y pensar en nuevas ideas sin temor en perder las anteriores.

4º – No rechaces las soluciones parciales. En ocasiones pueden conducirte a respuestas completas.