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¿Como diferenciar una Excusa de una Objeción en una venta?

Desde el momento en que logramos despertar el interés del cliente por un producto o servicio es cuando el comprador valorará las ventajas e inconvenientes de adquirirlo y cuando comienza a expresar sus posibles objeciones.

Normalmente las objeciones son una muestra del interés por parte del Cliente.

La objeción  es el reflejo de los mecanismos de defensa del Cliente.

Sirve principalmente para:

  • Oponerse a la influencia del vendedor.
  • Dar importancia a su decisión o su persona.
  • Oponerse al cambio, a lo nuevo.
  • Manifestar su indiferencia.
  • Obtener información más precisa y completa.
  • Asegurarse antes de tomar la decisión de compra.

Las Objeciones tienen una base real y se pueden argumentar frente a las excusas que no tienen base sobre las que podamos desplegar nuestros argumentos.

Métodos para diferenciar una excusa de una objeción:

Sobre el contenido:

  • Si es de tipo general = Excusa
  • Si trata de un tema particular = Objeción

Sobre el momento:

  • Al comenzar la entrevista = Excusa
  • Durante o al final de la entrevista = Objeción

Sobre la suposición:

  • Si cambia de tema = Excusa
  • Si no cambia de tema = Objeción

Sobre el lenguaje no verbal:

  • Observar su signos externos: Mirada, voz, gestos

Actitud a adoptar frente al cliente que hace objeciones

  1. Mantener la calma
  2. Escuchar con interés
  3. Evitar toda discusión
  4. Tratar las objeciones con el máximo respeto
  5. Repetir la objeción para ir realizando cierres parciales
  6. Responder brevemente
  7. Encadenar argumentos después de la ultima respuesta a una objeción
  8. No desacreditar a la competencia
  9. Intentar el cierre: toda contestación a una objeción que impresione favorablemente al cliente constituye un momento propicio para intentar el cierre.

En el próximo post, trataremos sobre el método para tratar las objeciones..

Franquicias vs Comercio Tradicional

Definición práctica.

La franquicia es una forma de desarrollo que ha revolucionado el entorno empresarial, representando una de las alternativas más atractivas a la hora de enfocar un negocio probado y experimentado, bajo el paraguas de una imagen de marca homogénea

Especialización.

Se basa en la necesidad, por parte del pequeño comercio, de competir con la capacidad de atracción de las grandes áreas comerciales que existen hoy en día y que ofrecen una gran cantidad de productos y servicios sin especialización alguna.

Mediante el sistema de franquicia el pequeño comercio podrá adquirir una imagen común al resto de la red, aportar valor añadido y facilitar al público la especialización que se merece

Optimización de la gestión.

La evolución del pequeño comercio debe dirigirse, tal y como lo hacen las grandes empresas, a la aplicación de modernas técnicas de gestión empresarial y el sistema de franquicia hace posible el desarrollo en este campo para cualquier tipo de negocio, muy especialmente en:

  • Comunicación
  • Merchandising
  • Identidad Corporativa
  • Técnicas de venta
  • Sistemas internos de gestión
  • Políticas de aprovisionamiento
  • Cualificación del personal

Y, en general, todo aquello que pueda garantizar una explotación eficiente.

Por todo ello, la franquicia representa hoy el sistema de comercio asociado más dinámico y atractivo para iniciar un negocio en el seno de una organización empresarial que cuente con una dilatada experiencia en su sector.

BENEFICIOS DEL  MERCADO DE FRANQUICIAS

  • Potencian al emprendedor
  • Son fórmulas probadas de éxito
  • Tienen una fácil implantación
  • La marca es percibida por encima de los productos
  • Consiguen identificarse con el cliente
  • Son uniformes en su presentación y en su actividad.
  • Potencian rápidamente su imagen
  • Son fuertemente innovadoras en comercialización, diseño, presentación, marketing
  • Mejoran la productividad
  • Aprovechan las economías de escala

 EL COMERCIO TRADICIONAL  ANTE EL SISTEMA DE FRANQUICIAS

El comercio minorista está en condiciones de afrontar este sistema, de hecho, la franquicia es comercio minorista. Todos los franquiciadores han empezado siendo pequeñas empresas.

Es pues el momento de desmitificar la franquicia. Esta no es más que la búsqueda permanente de fórmulas de éxito novedosas, diferenciadas, que aportan valor en torno a una imagen común y coherente que busca siempre al mismo cliente.

Su obligación es la expansión y para ello necesitan incorporar capital humano que confíe en su proyecto e invierta en un concepto de negocio probado y con éxito demostrable.

A partir de aquí, las economías de escala facilitan las inversiones en marketing, tecnología, investigación permanente y adaptación a los gustos y preferencia de los clientes.

Uno de los hechos más relevantes de la franquicia es que se están introduciendo y descubriendo permanentemente fórmulas insospechadas.

Son capaces de comercializar productos por todos conocidos de formas totalmente novedosas, innovadoras y creando su propia marca.

La franquicia está presente en las calles comerciales, en oficinas, en centros comerciales, en parques comerciales, en corners y en todos los formatos de negocio que puedan surgir y nos podamos imaginar.